Para limpiar y revisar tu boca, evitando que un algún pequeño problema se agrave. En general se recomienda ir dos veces al año, sin embargo, esta periodicidad dependerá de la salud bucal de cada paciente y te lo indicara el profesional.

Claro que si debes ir al dentista, porque usualmente indica que algo paso o que está iniciando un problema.

Hoy en día existen muchas técnicas y procedimientos que nos ayudan a minimizar o incluso eliminar cualquier dolor antes, durante y después del tratamiento.

Nada en odontología es para toda la vida, sin embargo, con una adecuada higiene bucal, visitas periódicas al dentista y un mantenimiento oportuno los tratamientos dentales tendrán una mayor duración.

Con una correcta educación de nuestra salud bucal y la prevención desde temprana edad los tratamientos dentales no tendrían por qué ser costosos. Sin embargo, los tratamientos se vuelven costosos cuando no existen estos cuidados oportunos y llegamos a la consulta en condiciones donde ya se requiere una rehabilitación importante, lo cual repercutirá de manera inesperada en nuestro bolsillo. Cabe destacar que cualquier tratamiento con los cuidados indicados por el especialista, sus citas de limpieza y revisión continua tendrán una larga duración.

Si tienes diabetes no controlada, si tuviste un tratamiento de radiaciones o quimioterapia, si tomas o tomaste alendronatos (medicamentos que se utilizan para tratar la osteoporosis u osteopenia), si no tienes hueso mandibular o maxilar y no es posible regenerarlo con injertos.

No, no todos los implantes son iguales. Las principales y más importantes diferencias radican en la calidad del material con que están hechos, la presencia del mercado que tiene la marca y la inversión que estas hacen en la investigación e innovación continua; si, por ejemplo, una marca desaparece del mercado no tendrás oportunidad de tener el mantenimiento requerido de un implante puesto que cada marca de implante tiene su propio sistema de restauración.